Documento del mes

PRESENTACIÓN

Los archivos son los depositarios de la memoria de los pueblos, por lo tanto la divulgación de sus fondos contribuye a la recuperación de la misma. Por ello el Archivo Municipal de Plasencia pretende acercar a los ciudadanos el patrimonio documental placentino a través de pequeñas muestras mensuales de documentos municipales, testimonios de nuestro pasado que nos irán ilustrando sobre aspectos inéditos o menos conocidos de nuestra historia.

DOCUMENTO DEL MES. NOVIEMBRE 2019.

 Expediente de expropiación, 1884, octubre, 18.

Tasación del arquitecto Vicente Paredes Guillén de la casa incendiada, propiedad de Ubaldo Simón Morgado, expropiada para formar una plazuela en la calle del Sol (Plaza Quemada).

 

NOTA HISTÓRICA

El progresivo crecimiento económico y demográfico que se produjo en Plasencia a partir de la segunda mitad del S. XIX favoreció el deseo de mejorar “el ornato público”, realizando un urbanismo más racional y planificado (Plan de Ensanche del arquitecto Vicente Paredes Guillén). Las  ideas higienistas junto con la pérdida del carácter defensivo de sus muros y la necesidad de la ciudad de expandirse fuera de su  recinto medieval, propició el rompimiento de sus murallas.

Los placentinos, tras una serie de epidemias que habían sufrido a lo largo de esa centuria, consideraban que las murallas impedían que corrieran los aires, con el consiguiente peligro para los vecinos por la concentración de los aires corruptos, “las miasmas”, según las fuentes documentales, que favorecían la propagación de las temibles epidemias.

Es en este contexto cuando se produjo en 1884 un incendio de la casa de Ubaldo Simón Morgado, situada entre la calle del Sol y el callejón del Clavero. Vecinos e industriales de la calle del Sol, aduciendo la estrechez, dificultad de tránsito e insalubridad de esa calle, solicitaron al Ayuntamiento que expropiase la casa quemada y se transformase su solar en una plazuela. Se debatió este asunto en la sesión del 13 de octubre de 1884, acordándose expropiar el edificio siniestrado y nombrar como perito tasador al arquitecto Vicente Paredes Guillén.

El valor de la casa con sus anejos fue tasado en cuatro mil setecientas veinticuatro pesetas con sesenta y siete céntimos, tasación por la que fue otorgada su escritura el 16 de noviembre de 1884.

La celeridad de la puesta en marcha del expediente de expropiación se evidencia por el documento que se muestra este mes, pues la fecha del informe de la tasación es del 18 de octubre de 1884; otros documentos reflejan esa rapidez: la escritura de compraventa; el expediente de derribo realizado en noviembre y la compra, también en diciembre de ese año, de otro corral contiguo a la casa siniestrada para incorporarlo a la futura plazuela resultante. Todo ello contrasta con la tardanza municipal en la indemnización al Sr. Morgado ya que en octubre de 1890 tuvo que solicitar su pago. El ayuntamiento acordó “que se le pagase en cuanto lo permitan los fondos municipales”.

La toponimia de Plaza Quemada vemos por tanto que tiene su origen en el incendio de la casa que antiguamente estaba situada en esa franja de terreno, y que por una rápida iniciativa vecinal primero y la voluntad municipal posterior, se consiguió un nuevo espacio público.