Documento del mes. Agosto 2018

PRESENTACIÓN

Los archivos son los depositarios de la memoria de los pueblos, por lo tanto la divulgación de sus fondos contribuye a la recuperación de la misma. Por ello el Archivo Municipal de Plasencia pretende acercar a los ciudadanos el patrimonio documental placentino a través de pequeñas muestras mensuales de documentos municipales, testimonios de nuestro pasado que nos irán ilustrando sobre aspectos inéditos o menos conocidos de nuestra historia.

DOCUMENTO DEL MES. AGOSTO 2018.

Bando del 13 de julio de 1916 sobre la visita de la Infanta Isabel de Borbón.

El alcalde ayuda a descender del carruaje a la Infanta, frente al Colegio de San Calixto la tarde del 15 de julio de 1916.

Archivo Manuel Muñoz Palomino

Bando del 13 de julio de 1916 del alcalde Manuel López sobre la visita de la Infanta Isabel de Borbón, la Chata

Imp. Vda. de J. Sagrera. Plasencia


NOTA HISTÓRICA

Isabel de Borbón y Borbón (20 de diciembre de 1851-París 23 de abril de 1931), conocida popularmente como la Chata, hermana del rey Alfonso XII, visitó algunas localidades extremeñas en julio de 1916. Su periplo comenzó en Guadalupe, desplazándose después a Trujillo, Mérida, Cáceres, Coria y, por último, a Plasencia.

La noticia de su proyectado viaje, “excursión por Extremadura” como fue denominada por sus contemporáneos, llegó al Ayuntamiento a finales de junio por la prensa y a través del obispo D. Ángel Regueras. Las fuerzas vivas de la ciudad, obispo, alcalde, juez de instrucción, comandante militar y diputados, entre otros, nombraron el dos de julio una comisión encargada de organizar la visita. El alcalde D. Manuel López Fernández[1] publicó un bando el día 13 animando a los placentinos a darle una calurosa bienvenida “colgando e iluminando los balcones”, cerrando los comercios y “acudiendo en masa a recibir y saludar a la Augusta Señora”.

La Infanta Isabel llegó en automóvil el viernes día 14 por la tarde, sobre las seis y media, procedente de Coria. Las autoridades salieron a recibirla al límite del término municipal, uniéndose también a la comitiva desde el cruce de la carretera de Trujillo “las señoras y señoritas de la aristocracia placentina”. En la Puerta de Talavera, bajo un gran arco triunfal, se le tributó un caluroso recibimiento por las autoridades y una gran muchedumbre. La banda del Colegio de San Calixto tocó la Marcha Real y jóvenes artesanas le ofrecieron ramos y canastillos de flores. Después de los saludos protocolarios a las autoridades, se dirigieron en coche a la Catedral, pasando por la Plaza y por la calle Trujillo, siendo recibida por el obispo y el cabildo a la puerta del templo, entrando bajo palio. La Capilla de la Catedral entonó un solemne Te-Deum en acción de gracias.

Tras la ceremonia religiosa toda la comitiva se trasladó a las Casas Consistoriales, en cuyo salón bajo de sesiones se ofreció, según la crónica que hizo el alcalde en el libro de actas, un lunch o refrigerio servido por la Casa Lhardy[2] de Madrid. Durante el acto la banda del Colegio de la Constancia tocó diversas piezas. Al salir del salón la Infanta no vio el escalón que había en medio y cayó al suelo sin mayor consecuencia. Desde el coche presenció el baile popular de varias parejas de Cabezabellosa y de Montehermoso con sus trajes típicos, que llamaron extraordinariamente su atención.

Se alojó la Infanta con su comitiva en la fonda de Felipe González, en la calle del Rey, donde por la noche tuvo lugar la cena con las autoridades.

A las once de la noche acudió al teatro Romero, donde tuvo lugar la representación de dos obras interpretadas por jóvenes aficionados placentinos.

Al día siguiente, a las nueve y media de la mañana, salió la Infanta Isabel a oír misa en la Catedral. Después recorrió el templo, admirando sus bellezas artísticas.

A continuación y dado que el Ayuntamiento carecía de “local a propósito”, tuvo lugar en el palacio episcopal la recepción oficial a las autoridades y a la sociedad placentina, desfilando asociaciones, colegios, gremios, corporaciones y “las señoras que acudieron en gran número”, tras la cual el prelado ofreció un “expléndido lunch” (sic), según se reseña en el Boletín Oficial del Obispado de Plasencia del cinco de agosto de 1916.

Durante esta recepción hicieron guardia en las escaleras de palacio los exploradores placentinos, al igual que ya habían hecho antes en la fonda y en el Teatro.

Terminada la recepción oficial y acompañada del alcalde, obispo y demás comitiva marchó a visitar el Hospital, conventos de clausura, algunos colegios de la ciudad y el Hospicio, visitas que por la premura del tiempo tuvo que ser breve.

Hacia las dos de la tarde en la fonda se dio la comida protocolaria a las autoridades. Durante ésta tocó la banda de San Calixto.

Sin descansar, a las cuatro de la tarde subieron al santuario de la Virgen del Puerto, visitando detenidamente la ermita y orando ante la Patrona de la ciudad. En el atrio fue obsequiada con un lunch.

A las seis y media volvieron a la ciudad y en San Antón fue despedida por las autoridades, los exploradores y un numeroso público, saliendo con dirección a Béjar. El alcalde, el obispo y otras autoridades la acompañaron hasta el límite del término municipal. Al despedirse del alcalde la Infanta le entregó doscientas pesetas para obras de caridad y cincuenta para la banda de San Calixto.

 

[1] Con posterioridad, en la sesión de 17 de julio de 1916, el alcalde hizo constar en acta la crónica sucinta de esta visita.

[2] Sin embargo en la sesión del 24 de julio de 1916 se acordó pagar los gastos del lunch, 809, 25 pesetas a la Casa Molinero de Madrid. En este se sirvió, entre otras cosas, champan Moet Chandon y Viuda de Glicot, jerez dulce y seco, emparedados, fiambres, pastas finas, pastelitos y té.