Documento del mes. Julio 2019

PRESENTACIÓN

Los archivos son los depositarios de la memoria de los pueblos, por lo tanto la divulgación de sus fondos contribuye a la recuperación de la misma. Por ello el Archivo Municipal de Plasencia pretende acercar a los ciudadanos el patrimonio documental placentino a través de pequeñas muestras mensuales de documentos municipales, testimonios de nuestro pasado que nos irán ilustrando sobre aspectos inéditos o menos conocidos de nuestra historia.

DOCUMENTO DEL MES. JULIO 2019.

 

Cuenta de Propios de 1507,

rendida por el mayordomo Alonso de Carvajal

TRANSCRIPCIÓN

Puedes ver la transcripción completa del documento pulsando en la siguiente imagen:

NOTA HISTÓRICA

Las cuentas de Propios eran uno de los instrumentos de control económico de la hacienda municipal. En ellas el mayordomo del concejo, como uno de los oficiales más cualificados del ayuntamiento, va reflejando a través del cargo y de la data los ingresos y gastos municipales, pagando por orden del concejo toda clase de gastos, obras e inversiones, recaudando los ingresos y custodiándolos en el arca de las tres llaves. El año económico se solía considerar bien desde San Juan a San Juan, o de Pascua Florida a Pascua Florida.

Suelen ser el complemento a los libros de actas, aunque desgraciadamente por los avatares de los archivos ocurre frecuentemente que, o bien no se han conservado una de estas series documentales o incluso las dos.

Las cuentas de propios de este Archivo Municipal de los años 1507 a 1509 constituyen un conjunto de cuadernillos de 36 hojas horadadas en doble folio. La información va dispuesta en columnas, en el margen derecho la cantidad en numeral romano, aunque a partir de la segunda mitad del siglo XVII en numeración arábiga. El orificio de la parte superior es típico de la documentación económica de la época. Están numeradas a plumilla, posiblemente por el arquitecto Paredes Guillén, hasta el número 40, aunque faltan las 6 primeras de las numeradas, la hoja 19 está doblemente numerada por error y la última está sin foliar. En los márgenes de los folios suele haber un extracto a lápiz realizado por Vicente Paredes Guillén.

En este caso concreto son de gran valor al no haberse preservado en el Archivo Municipal de Plasencia los libros de actas de ese periodo. A través de la rendición de la data por los mayordomos Alonso de Carvajal, Sancho de Carvajal y Diego González vemos las diferentes obras que estaba acometiendo la ciudad a principios del siglo XVI: enrollado de calles, construcción del Puente Nuevo, de la fuente de la Plaza, de la casa del Peso de la Harina, etc., así como las retribuciones al personal que tenía a su cargo el concejo, o los gastos destinados a las fiestas y otros asuntos, reflejándose la dinámica municipal de principios de esta centuria.

El documento que se muestra este mes es el cuadernillo primero de los conservados de este conjunto de treinta y seis, si bien como ya se ha referido antes está numerado con el dígito 7.

Algunas de las anotaciones del mayordomo más singulares de este cuadernillo son las referidas al pago de espías enviados a Béjar. Es de suponer que al ser relativamente reciente la vuelta de Plasencia a la Corona (en 1488), el Duque de Béjar intentase alguna maniobra para que retornase a su linaje y, lógicamente, la ciudad quisiese tener conocimiento de ello.

Los gastos de las fiestas apuntados en este documento son las de Pentecostés, Corpus, San Juan y San Pedro. Vemos por esta relación que en las fiestas del Espíritu Santo (Pentecostés) y de San Juan eran de gran importancia los toros, los cuales debían ser proporcionados por los arrendadores de las diversas rentas del concejo. En este sentido, para celebrar la fiesta de los toros en la Plaza Mayor se pagó un real para “adobar” la talanquera de la calle del Rey. Asimismo una partida importante en las fiestas lo constituían el gasto de vino y también de fruta, entre ellas las cerezas, apreciándose por estas anotaciones la fluctuación de su precio en 1507, las más tempranas en la fiesta de Pentecostés, con un importe mayor, 36 maravedíes el cesto; en cambio por el Corpus costaron 25 maravedíes el cesto.

El contenido informativo de las cuentas de propios, como se puede constatar, es muy variado y su estructura llegará hasta el primer tercio del siglo XIX con la llegada de los liberales al poder.